Ayer se cumplieron 6 meses desde la muerte de mi padre y de mi madre 15 días antes que el. Muchas pienso que aun están aquí y que simplemente tengo rato sin verlos. Mas de alguna vez he pensado: “ah no he ido con mis papás”, “ah voy a contarle esto a mi papá”, “ah no le he llamado a mi mamá, voy a llamarle”, para luego detenerme al recordar que ya no están.
El tiempo pasa y uno sigue… como puede, y adelante, según yo, no fui tan apegado a mis padres, y sin embargo su ausencia me pesa muchísimo, especialmente la de mi padre.
Es extraño, recientemente reflexionaba sobre lo siguiente:
Tengo 43 años, y siempre sentí, (yo pienso que como muchos) que si algo malo pasaba en mi vida con la decisiones que tomara, en el peor caso podría volver con mis padres; si no tenia para pagar la casa, si me la quitaban, si me embargaban, si me enfermaba grave, si perdía el empleo, si no tenia para comer, si me separaba (nunca me he casado o vivido con alguien), en pocas palabras: “Si la cago me regreso con mis papás”.
Uno como hijo siempre piensa que sus padres siempre van a estar allí para respaldarnos, para ayudarnos, para sacarnos del bache, para animarnos, para preguntar por uno, para darle un taco, para darte un consejo, y, es con base en esa y muchas otras creencias que uno va por la vida tomando decisiones muchas veces a lo borras y animándose a diferentes y diversas aventuras: porque uno se siente respaldado y que no esta solo.
Afortunadamente mientras mi padres vivieron nunca les di guerra o algo porque preocuparse (excepto que no me he casado) y he sido independiente desde los 19 años, obviamente gracias a la educación y soporte que me dieron mis padres, pero caray, que duro es darse cuenta de que uno se hace fuerte a base de ilusiones y fantasías mientras va creciendo.
Uno va como el meme del pajarito que va volando aleteando fuertemente y cansado mientras con sus patas va agarrando una ramita y piensa: “Menos mal que tengo de donde agarrarme”.
Ahora ya no tengo de donde agarrarme, voy solo…
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